Ika no corre, correr sería sospechoso. Camina entre las sombras, camuflándose en la oscuridad. Pero eso no es lo que pasa en su cabeza, donde se aleja a mil por hora de lo que alguna vez llamó hogar; del que alguna vez llamó padre. Todo el mundo dice que padre es el que cría, no obstante… ¿La sangre? La sangre siempre tira.

Intenta ignorar los cambios que ya son evidentes, esos que revelaron su identidad a la Corporación y a ella misma, pero le es imposible; hay partes de su cuerpo que no se sienten igual, que recién está aprendiendo a controlar y que a veces parecieran reaccionar por sí solas, moviéndose por ese nuevo impulso que tiene de querer desgarrarlo todo.

Ika Marina

Sabe que siempre habrá un lazo con Mikhail, en definitiva fue el hombre que se paró frente al Aleph y le mintió solo con el propósito de salvarla. El hombre que impulsó su curiosidad y la trató como una hija. Y fue ese hombre quien le hizo prometer que sobrevivir estaba antes que todo, incluso lo único que ella ha considerado familia. Así que, guarda todo lo ocurrido en lo más profundo de su mente, y deja ese lazo ir.

Escucha los beats de una canción que no conoce desde la ventana de un apartamento y se aferra a ellos mientras deja el resto de su vida ir. No sabe si su nueva…  fisionomía” le permitirá seguir tocando la guitarra; aunque eso no quiere decir que deba dejar la música. Se aferra a ese sentimiento mientras camina a reclamar su verdadero destino.

En su departamento, con la ventana abierta para poder respirar algo de aire, Látex vuelve a reproducir la percusión del tema que está preparando para su nueva presentación. A veces piensa que le gustaría vivir solo de esto, la antesala de cada performance, cuando el mundo son sus audífonos, su computadora y un concepto en su cabeza; pero no se imagina un mundo sin el escenario (un mundo donde no sea ella quien tenga el control, donde no sea ella quien tenga el poder).

LAtex

Se pregunta no por primera vez cómo es para Slap, en especial ahora, cuando no hay tiempo para la música y la facción recae en sus hombros. Hicieron canciones y shows juntas más de una vez y la experiencia siempre fue única. Coyote piensa que es por su poder desviante, por la magia de colores que aparece frente a uno cada vez que la DJ maneja una tornamesa; Iliana conoce la verdad, hay algo más profundo en el corazón de su nueva líder, ese algo que va a salvarlos a todos.


Mientras busca nuevos samples, el sonido de una armónica llama su atención. Está segura que conoce a su dueño, pero no recuerda de dónde y, la verdad, tampoco le importa. La música la cautiva de inmediato, y a pesar de que el rock de carretera no suele ser su estilo, sabe exactamente que acaba de encontrar aquello que no sabía que estaba buscando…

“rave”
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  1. Me gusta como se van interconectando las historias, la tanda anterior de AVL si bien era más extensa se sintió muy antológica

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