Colosos: Acracia

La libertad significa responsabilidad, por eso, la mayoría de los hombres le tiene tanto miedo. De todas las facciones, la Acracia es la que más claro tiene los gozos y dolores que vienen con la libertad. Desde un comienzo han tenido la fortaleza de luchar por sus sueños y transformarlos en un himno de identidad.

Acracia cierra este primer ciclo de narrativas sobre las Facciones, no porque sea menos importante, o porque le estén sucediendo pocas cosas, sino por exactamente todo lo contrario. El destino de la Facción de la libertad puede que hoy por hoy encierre el futuro de toda la humanidad.

Antes de seguir leyendo deberás preguntarte, ¿quieres continuar?

¿Qué ha sido de la Acracia?

Al comienzo de Colosos vemos a una Acracia experimentando los dolores del crecimiento. Para empezar, gracias a los éxitos de Sombra y Támara, han conseguido asegurar un lugar para todos aquellos que protegen: minorías perseguidas, refugiados, marginados y sufrientes del mundo entero. Sin embargo, este liderazgo se ha transformado en una paradoja, pues la libertad no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo. Esta tensión interna se quebró definitivamente cuando Sombra parte en lo que parece ser una búsqueda personal.

Luego, en las alcantarillas se ha librado una triple guerra. Por un lado, los Abismales han sembrado nuevos nidos que representan un serio peligro para los movimientos de la Acracia. Por otro lado, aparece una nueva amenaza corporativa que, más allá de las cacerías y las purgas, comenzó el programa Héroes. Lo anterior ha significado una serie de nuevos enfrentamientos al cual la Facción del Caos y la vida ha respondido con gallardía.

Sombra y los Colosos

Sombra ha sido una inspiración para la Acracia por años, un hombre capaz de heroicos actos únicos; no obstante, cuando decide desaparecer sin avisarle siquiera a su compañera Mangosta, hace temblar su facción hasta los cimientos.

Lo que muy pocos sabían, incluido él mismo, es que el líder era la encarnación humana del gran Coloso Zerachiel. Todo comenzó con aquel extraño nacimiento en el que Ara se transformaría en la guardiana de El Ojo y que conduciría a la inusual forma de actuar del mismísimo Zerachiel sobre el mundo. Al menos hasta que Sombra cumpliese su ciclo vital y lograra llevar a la Acracia a su segunda evolución.

La llegada de Moloch y la cacería que éste le da al hijo no nacido de Támara han obligado a que Sombra, ahora conocedor de los secretos de su procedencia, combatiera a la oscuridad directamente, incluso poniendo fin a su existencia mortal. Este gran sacrificio produciría la liberación del titán y un desbalance en el orden. Como consecuencia de lo anterior, se abrirían nuevos portales que estaban cerrados desde el siglo XV. Algo que aprovecharían otras fuerzas del caos mucho menos amables.

Sid, Magnus y los nuevos liderazgos

Ambos representan a dos extremos muy lejanos de la misma rebelión. Asimismo, tienen en común que son hombres que ya no son tan jóvenes, pero que se las han arreglado para eludir cierto grado de responsabilidad. Recientemente, han sido convocados por Abuela para organizar los diversos liderazgos que requiere la Facción.

Por una parte, Magnus se ha dedicado a habilitar grupos de acción urbano y a refinanciar escuelas secretas y nuevas bibliotecas, ayudando a grupos relegados como lo son los Nautilos. Para esto han recurrido a Lagarto, de quien la misma Abuela se considera alumna.

Por otra parte, Sid ha encontrado un creciente refuerzo a su liderazgo en el apoyo que le brinda su nueva familia y la crianza de Martillo, un desviante inusualmente poderoso. Además, se ha visto organizando conciertos urbanos y descubriendo talentos jóvenes, los que se han transformado en los clanes de la Facción, donde sabios como Truco y otros la hacen de mentores y líderes.

Los nuevos clanes

Controlados por esta nueva mirada, estos nuevos clanes suelen ser fuertemente comunales o democráticos; pues, tras haber caído por el agujero de la sociedad humana, opinan que todas las personas que se encuentran en el fondo deben ser consideradas como iguales. A pesar de la actitud conciliadora, esta tribu urbana sigue ocultando algunos secretos y tradiciones a los extraños.

Valoran la libertad y la supervivencia por encima de todo. La mayoría siente una gran compasión por las personas que se están desmoronando y a menudo reclutan a humanos derrotados (y a otras criaturas sobrenaturales desesperadas) como aliados.

Suelen congregarse en manadas urbanas para protegerse, adoptando a fugitivos, chicos de la calle, vagabundos y personas sin hogar en sus bandas callejeras. Algunos de estos aliados y conocidos forman parte de su red de contacto; otros son simplemente víctimas que tienen una desesperada necesidad de protección. Entre sus amigos se puede encontrar cualquier raza y nacionalidad del mundo, aunque la mayoría de estas almas perdidas tienen orígenes complejos, no por ello son menos combativas.

Lavanda es un gran ejemplo de los nuevos miembros de la Acracia que, pese a su juventud, deben ser tomados muy en serio.

Támara y el hijo del futuro

Támara y Eric han llevado una relación que ha seguido creciendo, hasta el punto en que ambos jóvenes decidieron contraer matrimonio en un viejo templo taoísta, un lugar santo para los Tai Ku y los Yue-Yan. Su embarazo es conocido por pocos desviantes, pero presentido por muchos interesados.

Moloch ha desatado una cacería de este vástago, misma que provocará nuevas alianzas, traiciones y dolores. Si el hijo de las tinieblas se llega a apropiar de esta nueva fuerza, sería el fin de todo.

No mucho después de su matrimonio, Támara recibió una extraña comunicación por parte de Ara que la obligó a regresar con los suyos. Esta separación no era cómoda para ninguno de los dos; sin embargo, los tambores de guerra sonaban.

Tai Ku

La lucha en oriente se ha vuelto aún más ardua los últimos meses. Tanto en Taiwán como en la China continental ha habido al mismo tiempo un embate de la Corporación, quien está cazando viejos sitios sagrados para los Yue-Yan y los Tai Ku.  Esto ha obligado a Takeshi a partir en busca de nuevos Santuarios y descubrir cómo habilitarlos.

En tanto que en Japón el problema de los Oni se ha hecho más fuerte, especialmente desde la llegada de Moloch. Akiko Hoshi parece estar mejor preparada que nunca para seducir y doblegar las almas humanas.

Por esta razón, Kaede ha creado a un grupo de ninjas especiales capaces de comulgar con la naturaleza, a los que ha llamado Hengeyōkai, seres que en la mitología japonesa son yōkai de apariencia animal con la capacidad de transformarse en humanos, generalmente. A pesar de su habilidad, muchas veces, no pueden cambiar algunos aspectos ya sean corporales (por ejemplo, ojos, colmillos, cola, bigotes, etc.) o sociales (por ejemplo, su actitud y alimentación, entre otros). Estos héroes juveniles son las esperanzas del viejo clan para poder defender el terruño de sus ancestros.

Finalmente, otro Coloso se esconde bajo los mares de Corea y Japón, donde muchas veces se le ha tomado por una diosa. Su nombre es Jowangsin, y se define a sí misma como el caos vivo, pero también la vida que arde incluso en las profundidades. Esa forma de caos ha sido fundamental para el desarrollo de la humanidad, tanto así que su legado rivaliza con el de Madre, con quien no se ha reunido luego de su despertar.

Ella ha sentido que desde los pozos de la locura una fuerza del caos se está abriendo paso. El nombre Circe comienza a resonar en los oídos de los mortales y le hace temer por las trampas que está tendiendo el futuro.